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Mamerki no es un enclave que espera a cualquier persona. De lo contrario, es el curioso que quiere saber más sobre este lugar el que finalmente acaba arribando hasta allí. En mitad de un frondoso bosque del noreste de Polonia, prácticamente en la frontera con Kaliningrado (la antigua Königsberg que tanto ha dado a la Historia), una inmensa maraña de búnkeres y refugios de todo tipo transportan a un infausto recuerdo: el de un mundo en guerra. Es el 22 de junio de 1941 cuando, en el seno de la ‘Operación Barbarroja‘ que Hitler emprende contra la Unión Soviética, un fuerte contingente de más de tres millones de soldados, junto a un despliegue de medios nunca visto, avanza hacia las frías tierras de Rusia. Sin embargo, en plena progresión de lo que será uno de los episodios claves de la Segunda Guerra Mundial, dos mariscales de campo, encargados de las fuerzas terrestres, hacen un alto en el camino a su paso por Mamerki. Walther von Brauchitsch y Friedrich Paulus, junto al general Franz Halder y otros cuarenta hombres, son los encargados de iniciar la mecha de lo que será un puesto defensivo sin parangón, lo que acabará siendo llamada la Sede de las Fuerzas Terrestres Nazis (OKH en sus siglas en alemán).

El exuberante bosque de Mamerki, a orillas del lago Mamry, de repente se transforma en una abigarrada y laberíntica red de búnkeres y túneles. Todo un complejo a base de hormigón donde los nazis se sienten inexpugnables y prácticamente inalcanzables. Desde allí se maneja la ‘Operación Barbarroja‘. Guderian, uno de los jerarcas nazis que ocupa el puesto de coronel general de la Wehrmacht, hace y deshace a su antojo en este punto. La inteligencia militar se concentra en este paraje para desplegar sus operaciones en la zona. Aquí Rommel, el desdichado ‘Zorro del Desierto’, conoce al general Manstein, también ducho en el arte de la guerra. Incluso en agosto de 1941, el mismísimo Hitler visita Mamerki en compañía de Mussolini, sin saber que desde allí, un coronel de nombre Claus Stauffenberg está preparando una conspiración para acabar con la vida del Führer. Lo demás ya es Historia.

Mamerki y la Sala de Ámbar
Hoy en día, los búnkeres y refugios de Mamerki se conservan como un viejo recuerdo que no puede (y no debe) olvidarse. Sin embargo, en una de las estancias de este complejo, actualmente abierto al público, una réplica llama la atención de aquellos avezados que van a este enclave perdido en las boscosas tierras del noreste polaco. Se trata de una imitación de uno de los grandes enigmas de la Historia, la viva representación de un tesoro perdido y que todavía da mucho de qué hablar. Efectivamente, la legendaria Sala de Ámbar, colmada de riquezas y piedras preciosas, tiene su duplicado en este nido defensivo de túneles subterráneos y hormigón ennegrecido. Porque la mítica cámara que tanto asombró al zar de Rusia y obsesionó sobremanera a los nazis tiene un capítulo en Mamerki. Allí se ha buscado en los últimos años y, sobre todo, recientes hallazgos arqueológicos ponen de nuevo a esta habitación áurea en el foco de la noticia. Unos restos detectados han despertado de nuevo la vieja idea de que, en el antaño bastión de la OKH, pueda hallarse escondida todavía la Sala de Ámbar.

Entrevista al director de las excavaciones en Mamerki
Bartek Plebanczkyk es quien más sabe sobre el lugar. No en vano es el director del Museo de Mamerki, así como fiel defensor de que la Sala de Ámbar se encuentra en algún sector del recinto. Por ello, ha encabezado diferentes búsquedas de la enigmática cámara junto a un equipo multidisciplinar. Eso y que es el rostro visible del proyecto que ha dado con unos vestigios descubiertos en Mamerki que, para él, no hay duda que conducen al motivo de su incesante búsqueda. Para Bartek, los recientes hallazgos llevarían, inexorablemente, a la Sala de Ámbar robada por los nazis.
PREGUNTA: En primer lugar, Bartek, para conocer mejor la historia del Salón del Ámbar, ¿de qué estamos hablando y cómo se produce su desaparición?
RESPUESTA: La Sala de Ámbar, de unas dimensiones de 10,5 x 11,5 metros, fue creada a principios del siglo XVI como iniciativa de Federico I Hohenzollern (Federico I de Prusia). Se suponía que iba a decorar su habitación en el palacio de Charlottenburg, cerca de Berlín. Se dice que el concepto artístico para la Sala de Ámbar fue diseñado por un arquitecto nativo de Gdansk (Polonia), llamado Andrzej Schluster. Durante su visita a Potsdam en 1716, el zar Pedro el Grande, asombrado por la obra maestra, le fue dada la Sala de Ámbar por Federico Guillermo I (hijo de Federico I de Prusia), como muestra de amistad y confirmación de su alianza. El regalo fue llevado a San Peterburgo y la Sala de Ámbar fue presentada por primera vez en el Palacio de Verano, luego en el Palacio de Invierno y finalmente fue acogida en 1755, por decisión de la emperatriz Elisabeth (hija del zar), en Tsarskoye Selo, la Villa de los Zares. Allí se amplió y enriqueció. Sin embargo, en 1941, los alemanes asaltaron el lugar y la Sala de Ámbar fue llevada al castillo de Königsberg. Ya el 9 de abril de 1945, el Ejército Rojo tomó Königsberg, pero el tesoro nunca fue encontrado.
P: Entonces, ¿por qué Mamerki?
R: Uno de los lugares donde pudo estar escondida la Sala de Ámbar, según indica Erich Koch, gauleiter de Prusia Oriental, era Mamerki. Aquí los zapadores polacos la buscaron en la década de 1960 y luego otra vez en 1970. En 2016-2017, Mamerki vio otro intento de encontrar la Sala de Ámbar. Medios polacos y de todo el mundo ofrecieron en vivo la cobertura de la investigación. Sin embargo, el tesoro no ha sido encontrado todavía…

P: Aun así llevas años investigando esa conexión entre Mamerki y el Salón del Ámbar. Pero ¿qué es lo que habéis descubierto en estas últimas exploraciones?¿cómo se produce el hallazgo?
R: Son los trabajos de búsqueda llevados a cabo por la Asociación Histórica y Exploratoria Jacwiez de Ełk (noreste de Polonia) los que llevaron a otro descubrimiento, que puede ser el comienzo de otros hallazgos interesantes. Karol Kornatowski, miembro de la asociación, encontró un fragmento de vía de tren en Mamerki. Luego, los buscadores desenterraron más fragmentos junto con elementos de vagones. ¿Significa esto que los trenes que podrían circular por los búnkeres de Mamerki? Y de ser así, ¿qué llevaban? ¿con qué propósito? Eso y una pregunta más importante: ¿desde dónde hacia dónde? Es difícil responder a estas preguntas de momento. No sabemos la longitud de la pista ni dónde terminaba. Es posible que las vías acabaran bajo tierra. Por eso, para resolver el misterio, planeamos desenterrar toda la vía, así como los restos de vagones.
P: ¿Por qué serían tan importantes estos descubrimientos recientes?
R: En el momento en el que nos encontramos solo pueden hacerse conjeturas. El descubrimiento más sensacional sería el de la propia Sala de Ámbar. Aun así, cualquiera del contenido que tuvieran esos vagones alemanes sería de gran valor. Por eso, no estamos dudando y ya hemos iniciado los preparativos para la excavación de toda la vía y aseguramiento de los elementos excavados que pertenecerían a los vagones.

P: Porque de descubrirse finalmente la Sala de Ámbar, Bartek, ¿sería la totalidad de la cámara o simplemente unos pocos restos o piezas que se hayan podido conservar?
R: Creo que será de una sola pieza. Hay que tener en cuenta que la Sala de Ámbar podría haber sido transportada desde Königsberg en una docena de camiones. Si estuviera escondida en un lugar, espero que esté escondida en una docena de cofres en un lugar que, cómo no, podría ser Mamerki.
P: De cara al futuro, ¿cuáles son los próximos pasos que vais a dar en vuestra búsqueda?
R: Queremos usar un elevador para acceder a ello (a la vía de tren y a los fragmentos de vagones). Espero recibir pronto las instrucciones necesarias para utilizar la excavadora. Después de obtener el consentimiento, será la excavadora la que desentierre las pruebas. Tengo una orden para desenterrar elementos adicionales y averiguar a dónde conducen todas estas pistas detectadas.
P: ¿Se esperan, por tanto, nuevas noticias próximamente en Mamerki en relación con el Salón del Ámbar?
R: Tenemos planeado comenzar durante la primera semana de julio de 2023, mientras seguimos a la espera del permiso por parte del gobierno polaco. A principios de ese mes, cuando comencemos a excavar, todo será transmitido por medios de comunicación del país y en nuestra página de Facebook.
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